lunes, 23 de febrero de 2009

comedor MacMon


La historia de esta habitación comienza por el final: La mesa, con mantel traído por mi hijo de una feria de artesanía, preparado para un desayuno con arroz con leche y pastitas -ambos de la cocina de estilismo "Alondra"- y un escapado chiquitín escondido con un zapato de.... (a lo mejor de mi socio Victor....)-
Pero no siempre fue tan apetecible, no, la historia comenzó....

Para sta casa y con la crisis que yo había empezado antes de que Zapatero la estableciera, compré los muebles "al natural". ¡Qué ilusión!




La realidad es que es un verdadero coñazo. Me he pegado un montón de tiempo barnizando, mano trás mano, y no me salía el color caoba que yo quería. ¿y hay que lijar? ¡Pero si me como las pijaditas de los relievessss! Y después a tapizar, no se me pegan las cosas, se mancha la tela.... los dedos se me pegan y la seda a ellos pero no al cartón. ¡XD!




Al final, la "mosca cojonera" de Víctor me dice que si no le faltaba otra mano de barníz.... La próxima vez meto el mueble en la lata a ver que pasa.... Por fin salió y creo que no muy mal.....





¡¡El comedor!! A falta de la chimenea y colgar unos cuadros o platos o un reloj... Ya veré.




Las sillas tienen unos adornitos dorados que me hicieron mucha gracia al ponerlos.




Están preparando el desayuno y con tanto ir y venir se han colado dos intrusos.




El cachorrito juguetón y el cachorrito chulillo. ¡Que le vamos a hacer!
Claro que cuando los vea Víctor.....

SOTANO CASA MACMON






La habitación del servicio. La cortina y la alfombra me las hizo la madre de una amiga. Yo hice las colchas y almohadas - en el mes en que la salmonelosis no me dejaba mover -también pinté todos los muebles y empapelé. los detalles ya los he mostrado en otra entrada.

Ésta es la doncella Victoria, sobrina de la cocinera Dorotea y no sabemos qué del jardinero Dioni.


¡La cocina! tonos rojos que recuerdan al infierno. Me encanta empapelar, experimentar con la escalera - me la inventé - hacer armarios y estanterias..... me gusta todo MENOS HACER DE COMER. En la mesa está una tortilla, la de Marini, también una botella de aceite virgen de oliva para el pan con tomates. Un montón de cositas que ya enseñé. La novedad está en las campanillas sobre la puerta que da al dormitorio del servicio. Están numeradas para saber de que habitación llaman los señores.
¡jo! me encatan...








El jardín interior. Rincón de paz.
Primero decir que el papel es una obra de arte de mi socio Víctor. Imprimió sobre papel estucado de empapelar paredes. Luego fue pegando cristalitos (trituró un tarro) y dando color. La fuente y algunas plantas son hechas por mi para anteriores retos. De momento queda así.

SÓTANO VOLANTE CASA MACMON

éste es el baño del servicio. Al estar abierto queda perpendicular a la habitación de la cocinera y doncella. ¡Que pena que no se vean los cuadritos! ¡Los hice yo! lo mismo que los jarritos y demás. Hay un champú de una cesta que me dio una compi en Madrid, lo mismo que las toallas.

Esta es la bodeguilla. Los toneles son de cosas de Navidad. Al de la mesa le puse la encimera con combinaciones de papel y una tapa plástica. Los cuadros tambien los elegí de internet. El del centro es una prensadora y demás historia de la época
Esta habitación ya queda en el extremo del lateral izquierdo

El cuarto de los trastos del jardín. Es minúsculo pero me encanta. En las fotos las botas dificultan la vista de la estantería que hice. Hay semilleros de las plantas que luego irán en el jardín, flores secándose, un farol, etc.
Éste hueco cae perpendicular al jardín interior

En el extremo derecho, la despensa. Parece bien surtida a pesar de la crisis. Hay cositas que he comprado en la feria de LP, otras son imanes neveriles tuneados y , algunos, "despiezados" y otras, frutas y frutas exóticas de la "boutique del gourmet Marcos"





Esta es la casa original. Todo el frente del sótano era una pieza completa. La verdad, no me convencía por lo que cortamos por la mitad -donde está el trazo negro-, pusimos bisagras en los laterales y montamos toda la casa sobre una plataforma para poder mantener el jardín y que se abriera en dos. Un trabajo difícil, en el que yo pensé y mi socio Víctor actuó. Con esto ganamos cuatro espacios, dos a cada lado, debajo de toda esa escalinata.