Estas fueron las cositas que entre risas me regalaron. Eso sí, los envoltorios eran todo un lujo de creatividad y humor.
Mi perfume, libros, mecheros, bragas 2010, disco, dosificador de gel, gel, jabón y jabonera de coco, una bandeja con turrones, queso, y vinos... bombones... y lo más importante: AMOR, HUMOR Y SENSIBILIDAD
Gracias familia
Mi hija María, como ve que no me decido con el fimo, se llevó a Tenerife un poco de la pastas que tengo (desde hace más un año) y me hizo esta tarta. Por una lado entera, y aparte los trozos para repartir en platos -o poder explicar las fracciones impropias-. Ha sido algo indescriptible.