Después que yo terminara el Refugio, le tocaba a Victor ocupar la mesa de trabajo. Y el hombre, ni corto ni perezoso, acepta el reto de hacerla personalizandola lo más que pueda.
Concentrado, oyendo lo que le interesa, protestando xque faltan piezas y la culpa es mía que la he metido con la casa rústica, quitando de aquí y poniendo allá, ... Finde a finde (sólo 4) hizo la casa. He de decir que algunos materiales los trajo de su propia casa que está construyendo.
Mientras tanto, esta que viste y calza, metida entre competencias básicas, indicadores, descriptores, La Palma, Madrid (fui un día, lo sé xque tengo el billete xque ni cuenta me di), reuniones, sinsabores, (¡Ay!!!!!! ¡Que me gusta quejarme y llorar un poco, jaja).
Bueno pues aquí está la obra de mi socio que lo llevo a Madrid, a la feria, para que se actualice jiji.
Empezó por la cocina. Paredes verdes. Para hacer el piso me desarmó una cesta que tenía ¡Snf!! Cuando levanté la cabeza ya estaba hecho.
Para el baño, usó un separador de libreta que me había regalado una compañera. Decidí guardar las cosas en otra habitación.
Sinceramente, pensaba no poner habitación de niños, pero..... me eché una siestita y..... cuando me levanté ya estaba la habitación de los muchachos. Luego fue toda la odisea de montarla y poner los techos. La verdad es que se las ingenió bastante bien.